Colombo, (PL) La muerte del jefe de los Tigres Tamiles, Velupillai Prabhakaran, parece ser la estocada final al conflicto separatista en Sri Lanka, que con casi tres décadas de duración ha sido el más largo y cruento en Asia.
Su caída en combate, como asegura el gobierno, junto al resto de los mandos rebeldes pone fin, al menos, a la insurgencia como fuerza militar.
El fundador y líder supremo de los Tigres para la Liberación del Eelam Tamil (TLET) cayó abatido el lunes 18 de mayo cuando con dos de sus principales comandantes intentó romper el cerco que le tendió el ejército srilankés en la selva de Mullaitivu, según indicaron fuentes militares.
Fue el último de los dirigentes de los TLET en caer, luego que el resto de sus comandantes, incluido su hijo Charles Anthony, perecieron en el asalto final de las tropas en las 24 horas previas.
Ya el domingo 17, en un comunicado, la dirección de relaciones internacionales del movimiento insurgente admitió la derrota al precisar que la lucha por un ârreelam' (estado separado) había llegado a su amargo final y que silenciaban las armas.
Un día antes, el presidente Mahinda Rajapaksa había declarado victoria sobre los Tigres Tamiles, con la liberación por el ejército de casi 50 mil civiles que los rebeldes retenían en una estrecha franja de terreno en el nordeste de Mullaitivu y las tropas lanzaban el ataque definidor.
El viernes 15 ante la Cumbre del G-11 en Jordania, visita la cual acortó por los acontecimientos en su país, Rajapaksa anunciaba el fin del conflicto armado separatista.
Antes de regresar a Colombo, se comprometió ante los participantes en ese foro a que su gobierno ahora implementaría una resolución política que contribuya a remediar las heridas del conflicto separatista en aras de la paz y la armonía nacional en una Sri Lanka unida.
Prabhakaran creó en 1972 una organización juvenil la cual llamó los Nuevos Tigres Tamiles y la renombró TLET en 1975. El grupo intensificó su agresividad tras la masacre en la prisión de Wellikade, en la cual perecieron los líderes separatistas Kuttimani y Jagan.
Durante casi tres décadas los TLET lucharon por un estado separado en el Norte y Este de Sri Lanka donde vive la mayoría de la minoritaria comunidad tamil, que constituye el 18.5 por ciento de la población del país, que incluye además un 74 por ciento de cingaleses y un siete por ciento de moros.
Los TLET lograron una estricta organización siendo el único movimiento insurgente con los tres cuerpos armados bien definidos: terrestre (Tigres), naval (Tigres Marinos), aéreo (Tigres del Aire), más el comando suicida llamado Tigres Negros, que integraban gran cantidad de mujeres.
La debacle de los TLET comenzó en julio de 2007 cuando perdieron el dominio de la Provincia Este, y en enero de 2008 el gobierno srilankés abrogó por un acuerdo de cese el fuego, el cual venía siendo violado por ambas partes, y lanzó una ofensiva en el Norte, que intensificó a partir de noviembre de ese año.
A principios de 2009 cayó Kilinochchi, la capital administrativa del movimiento separatista, y a continuación Mullaitivu, donde tenían su cuartel general, como consecuencia de la imparable ofensiva militar que llevó a la muerte de Prabhakaran.
La cruenta guerra separatista dejó más de 70 mil muertos en encarnizados enfrentamientos, emboscadas, ataques suicidas, atentados dinamiteros y asesinatos.
Entre los sucesos más sangrientos figuran dos magnicidios, los atentados suicidas en que perecieron el ex primer ministro de la India, Rajiv Gandhi, durante la campaña electoral de 1991, y el que mató al presidente srilankés, de origen tamil, Ranasinghe Premadasa, en 1993.
Una lista oficial de homicidios relaciona además la muerte violenta de nueve ministros, 23 parlamentarios, tres Jefes de gobiernos provinciales, cinco alcaldes, otros ocho políticos y un académico.
El gobierno de Rajapaksa tiene ante sí ahora dos inmensos desafíos: rehabilitar las 250 mil personas desplazadas por el conflicto en la Provincia Norte y los que restan por reubicar en la Este, e implementar el prometido programa político para satisfacer los reclamos de la comunidad tamil.
Al menos, ya en la Provincia Este se realizó un proceso electoral, y hoy allí el ministro Jefe es un antiguo comandante de los Tigres Tamiles, Shivanethurai Chandrakanthan, más conocido como Pilayan.
Hace poco el Comité de Representantes de Todos los Partidos, que encabeza el diputado y ministro de Ciencia y Tecnología, Tissa Vitharana, presentó al presidente una propuesta política para la devolución de poderes en las provincias Norte y Este.
"Hemos trabajado muy duro, conciliando opiniones, para llegar a un acuerdo y ofrecer una solución a la comunidad de habla tamil dentro de una nación sin división interna", dijo Vitharana a Prensa Latina.
"Dentro del marco de un país y una nación tenemos que encontrar la solución, estamos esforzándonos duro para poder alcanzarlo", precisó.
Todo indica que Sri Lanka pasó a un nuevo capítulo de su historia contemporánea, no exenta de grandes retos, dificultades y también de acechantes peligros.
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