Neda, el símbolo de la ola verde iraní
Altar levantado en honor de las víctimas de las protestas iraníes delante de la Embajada de Teherán en Londres
Taraneh Mousavi, una mártir iraní torturada y violada salvajemente
Taraneh Mousavi es la nueva Neda iraní.
Otra mártir de la revolución verde. También joven, también mujer, también asesinada en los días posteriores a las elecciones del 12 de junio que han dado otros cuatro años de poder al presidente Mahmoud Ahmadineyad.
Taraneh compartía apellido con el líder opositor Mir-Husein Mousavi. Tenía 28 años y fue arrestada el viernes 19 de junio, un día antes de la muerte de Neda en plena calle de Teherán. La chica estaba en la puerta de su escuela de belleza cuando la detuvieron junto a otros 14 manifestantes.
Con los ojos vendados, los milicianos basij la llevaron a un centro de interrogación donde al parecer se ensañaron con ella más que con ninguno.
Sus hermosos ojos verdes, su moderno corte de pelo, el maquillaje, el pañuelo verde y los tacones eran un pasaporte casi seguro para la tortura en manos de los feroces guardianes de la revolución.
Su interrogatorio duró dos veces más que el del resto, que más tarde serían liberados. A todos les permitieron contactar a sus familias excepto a Taraneh. Previendo que algo terrible podría ocurrir, la chica dio el número de teléfono de sus padres a unas cuantas compañeras que los contactarían si llegaban a ser puestas en libertad.
Tres semanas después de su desaparición, los padres de Taraneh empezaron a comprender lo que le había pasado a su única hija. Un testigo anónimo contó que la vio en la prisión de Evin. Relató que había sufrido abusos físicos y psicológicos. Que la torturaron y violaron salvajemente en grupo durante varios días.
Al parecer, Taraneh permaneció todo el tiempo en manos de los basij, no de la policía. Ningún oficial llamó a sus progenitores. La posibilidad de la violación se fue haciendo cada vez más real. Sobre todo después de que otro anónimo le dijo a la familia que un par de días después del “incidente”, Taraneh ingresó en el hospital Imam Khomeini de Karaj con heridas en el ano y problemas en el útero.
Los padres nunca la encontraron en el hospital. Allí no había ingresado nadie con ese nombre, aunque una enfermera les confirmó que una joven que respondía a la descripción de Taraneh había sido trasladada por milicianos basij en estado de coma, y se la llevaron en la misma situación dos horas después. Finalmente, su familia fue informada hace unos días de que se había localizado su cuerpo quemado en el desierto, entre las ciudades de Karaj y Qazvin.
Su familia no puede hablar del caso. Ni siquiera podrán enterrarla si los basij no les indican dónde queda su tumba.
La historia de Taraneh ha aparecido en Facebook y ha llegado hasta el Congreso de Estados Unidos, donde el congresista de Michigan Thaddeus McCotter ha mostrado la foto de la joven como ejemplo del estrepitoso fracaso del líder espiritual iraní Jamenei.
El pasado 15 de julio, el Consejo Nacional de la Resistencia Iraní (NCRI, por sus siglas en inglés) denunció la desaparición de Taraneh, arrestada en la calle Shari’ati Street de Teherán. "No hay noticias sobre esta joven ni sobre muchas otras mujeres y niñas detenidas en Irán. Al menos 14 de ellas desaparecieron durante las protestas del 9 de julio, y sus familiares no tienen ninguna información sobre su paradero".
Para ayudarlas, Sarvnaz Chitsaz, presidenta del Comité de Mujeres del NCRI, ha pedido a Navanethem Pillay, alta comisionada de los Derechos Humanos de la ONU, y Yakin Ertürk, relatora especial de la violencia contra las mujeres, que estudien los casos. Chitsaz ha pedido además al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que decida una acción urgente contra la brutal represión a la que están sometidos los detenidos por el régimen de la república islámica.
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