La creciente procupación por la conservación del medio ambiente desembocó en una nueva forma de entender, incluso, las vacaciones. El “ecoturismo” está cada vez más en voga en varios países europeos y de occidente en general. Se trata de una nueva forma de viajar, eligiendo, entre otras cosas, alojamientos que incorporan a su oferta la protección al medio ambiente como valor agregado.
Los hoteles “verdes” son, de principio a fin, respetuosos con el medio ambiente y, según los criterios de “Ecologistas en acción” (Agrupación española que trabaja en pos del medio ambiente), cumplen con ciertas normas que ayudan a su conservación: la mayor parte de la energía que consumen es solar, cuentan con acceso a transporte público, están situados fuera de las zonas de turismo masificado, cumplen la normativa de construcción bioclimática y cuentan con una amplia oferta de alimentación agro-ecológica.
Otros aspectos que tienen en cuenta los hoteles ecológicos son el respeto al paisaje en que se insertan, a la biodiversidad del entorno, así como a la cultura y a la tradición local.
Según un informe realizado por la escuela de negocios ESCP Europe, y la consultora Bloom Consulting, un 57 por ciento de los viajeros está dispuesto a pagar un poco más por alojarse en un hotel ecológico.
Este informe revela que los jóvenes de entre 26 y 35 años son el grupo de edad que mayor conciencia ecológica presentan, también a la hora de elegir su alojamiento en sus vacaciones. Las muejeres, además, se muestran más dispuestas que los hombres a optar por la ecología frente al ahorro.
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