Friday, June 10, 2011

La Historia de la piedra de Rosetta

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En 1799, soldados franceses del ejército de Napoleón descubrieron una misteriosa roca negra enterrada entre la arena cerca de la ciudad egipcia de Alejandría.

En esa piedra había inscripciones en tres lenguas antiguas, la primera de ellas en griego. Los expertos la dataron alrededor del año 196 a. C, cuando Egipto era una provincia del Imperio griego creado por Alejandro Magno. Las otras dos inscripciones de la roca negra eran versiones diferentes de jeroglíficos, la escritura tradicional de los egipcios.

Durante miles de años, Egipto fue uno de los grandes imperios de la edad antigua. Gobernado por los faraones, los egipcios construyeron gigantescos monumentos como las grandes pirámides y la Esfinge. Sus ejércitos controlaban las tierras que van de la actual Siria a Sudán. Los faraones construyeron prósperas ciudades y espléndidas tumbas para ellos mismos.

Pero durante siglos, antes del descubrimiento de la piedra de Rosetta, historiadores y arqueólogos fueron incapaces de leer los numerosísimos vestigios de escritura legados por los escribas egipcios. Usaban un complicado lenguaje que resultaba incomprensible incluso para los mayores expertos modernos.

La piedra de Rosetta, que registraba un edicto emitido por las autoridades griegas a la población egipcia, desentrañó los secretos del antiguo Egipto. Alineando el texto griego con los jeroglíficos, un estudioso  francés llamado Jean-François Champollion fue capaz de descodificar el complejo lenguaje egipcio tras años de estudio. Descifrar los jeroglíficos permitió a los historiadores y arqueólogos del siglo XIX alcanzar conocimiento mucho más profundo del antiguo Egipto.

Traducir la piedra de Rosetta fue un logro científico por derecho propio. Champollion era un lingüista prodigioso que hablaba decenas idiomas. Un estudioso británico, Thomas Young, ayudó también a descodificar las inscripciones. Los británicos se hicieron con la piedra de Rosetta en 1801, y ahora descansa en el Museo Británico de Londres.

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