La detección del virus H1N1 en pavos en Chile ha generado preocupación de que explotaciones avícolas de todo el mundo puedan verse infectadas por el virus de la influenza A, que ya circula entre la población humana, informó la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO, por sus siglas en inglés).
"Las autoridades chilenas informaron el pasado 20 de agosto de la presencia del virus pandémico H1N1/2009 en pavos de dos granjas situadas en las cercanías de la ciudad portuaria de Valparaíso, Chile", explica Naciones Unidas en un comunicado de prensa.
"La cepa de virus encontrada en las aves es idéntica a la cepa pandémica del H1N1/2009 que circula entre la población humana en todo el mundo".
Sin embargo, el descubrimiento del virus en pavos no supone una amenaza inmediata para la salud humana. Se puede seguir comercializando carne de pavo procesada de forma higiénica y sometida a la pertinente inspección veterinaria, aclara la FAO.
Acción acertada
La reacción de las autoridades chilenas ante el descubrimiento del H1N1 en pavos, con la rapidez en informar a las organizaciones internacionales, estableciendo una cuarentena temporal, junto a la decisión de permitir recuperarse a las aves enfermas en lugar de sacrificarlas, es sensata desde el punto de vista científico, señaló en el documento el Jefe Veterinario (con carácter interino) de la FAO, Juan Lubroth.
"Una vez que las aves enfermas se han recuperado, es posible continuar con la producción y el procesado de forma inocua. No suponen ningún riesgo para la cadena alimentaria", aseguró Lubroth.
La actual cepa del virus H1N1 es una combinación de genes humanos, porcinos y de aves, y ha demostrado ser muy contagiosa, pero no más letal que los virus de la gripe estacional común.
Sin embargo, podría hacerse más peligroso si adquiere mayor virulencia, por ejemplo, si se combina con el virus H5N1 -conocido normalmente como gripe aviar- que es mucho más mortífero pero más difícil de contagiar. Este fenómeno se conoce como recombinación genética, y puede ocurrir en el caso de infecciones virales simultáneas en alguno de los huéspedes, añadió la Organización.
"Chile no tiene gripe provocada por el H5N1. Si el brote hubiera ocurrido en el Sudeste asiático, en donde este virus circula en abundancia entre la población avícola, la introducción del H1N1 habría causado mayor motivo de preocupación", añadió Lubroth.
Este es uno de los motivos por los que la FAO recomienda una vigilancia más estrecha de la salud animal y que se garantice el seguimiento de las directrices sobre higiene y buenas prácticas en las granjas, incluyendo las medidas de protección para los trabajadores si hay animales enfermos, y no permitir la presencia de trabajadores enfermos junto a los animales.
"Necesitamos aumentar la vigilancia de la situación en los animales y fortalecer los servicios veterinarios en los países pobres o con economías en transición, de manera que cuenten con la capacidad de diagnóstico adecuada y equipos sobre el terreno competentes y con los recursos adecuados capaces de responder a las emergencias."
Chile es ya el cuarto país que investiga la propagación del virus H1N1 a los animales por trabajadores que mostraban síntomas similares a los de la gripe. Hay casos de contagio a cerdos en Canadá, Argentina, y de forma más reciente, en Australia.
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