El calentamiento del Ártico es mucho más rápido de lo que se creía y acarreará graves consecuencias globales como la elevación de un metro del nivel del mar en 2100, provocando inundaciones que afectarán a un cuarto de la población mundial. Esta es una de las conclusiones de un importante informe científico presentado por WWF, en el que, por primera vez, se incorporan las últimas observaciones sobre el clima del Ártico y sus efectos en el resto del planeta.
"El Ártico, un componente crítico de nuestro sistema climático global, se ha calentado al doble de velocidad que el resto del mundo en las últimas décadas. Y a medida que se calienta el Ártico, produce efectos que amplifican o aceleran el cambio climático", señaló Martin Sommerkorn, asesor para el cambio climático de WWF, al presentar el informe en el marco de la tercera Conferencia Mundial del Clima.
La mayoría de estos efectos negativos del calentamiento del Ártico no aparecían en estudios anteriores, como el del Panel Intergubernamental para el Cambio Climático (IPCC), ganador del Premio Nobel en 2007, ya que en ese momento la ciencia del Ártico no estaba tan avanzada.
Por primera vez se señala que el nivel de los mares se elevará más de un metro en 2100, más de dos veces lo previsto en el informe del IPCC, con sus graves consecuencias de inundaciones en las regiones costeras. Pero las capas heladas del Ártico almacenan, además, dos veces más de carbono del que hay en la atmósfera.
"El rápido calentamiento del Ártico puede llevar a que desaparezca el 90 por ciento de la capa cercana a la superficie del permafrost al final de este siglo, y esto tiene el potencial de liberar a la atmósfera grandes cantidades de carbono en forma de dióxido de carbono y metano", afirmó Sommerkorn.
De hecho, el estudio constata que en los últimos dos años se han incrementado los niveles de metano, un gas de potente efecto invernadero, en la atmósfera, lo que se atribuye al calentamiento de la tundra ártica.
Cambio en las previsiones
Por todo ello, WWF considera que la reducción del 25 por ciento de las emisiones mundiales de CO2 en este siglo, el objetivo que planteaba el IPCC para frenar el cambio climático, es insuficiente, ya que ese estudio no tenía en cuenta específicamente las condiciones árticas.
WWF destaca cómo la enorme pérdida de hielo resultado del calentamiento del Ártico está ya cambiando patrones de temperatura y precipitaciones en el Hemisferio Norte, lo que afectará cada vez más a la agricultura, los bosques y el acceso al agua. "Para decirlo claro, si no mantenemos el Ártico suficientemente frío, la gente de todo el planeta sufrirá sus efectos", señaló el experto.
Por todo ello, el WWF considera que no hay tiempo que perder y advierte de que los próximos meses, con vistas a la Cumbre de Copenhague de diciembre, en la que los Estados deberán acordar un nuevo tratado post-Kioto, serán "decisivas" para las negociaciones. "Las negociaciones para lograr un nuevo tratado se han intensificado, pero van aún demasiado lentas y se ven interferidas por los juegos políticos", lamentó James Leape, director general de WWF.
Para esta organización, el nuevo tratado debe ser "justo, ambicioso y vinculante", y debe garantizar que el pico máximo de las emisiones de CO2 no supere 2017 y que a partir de ahí vayan reduciéndose, hasta lograr el objetivo de alcanzar al menos el 80 por ciento de las emisiones de 1990 para el 2050.
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