Estimaciones recientes indican que la ictiofauna mexicana está constituida por cerca del 20 por ciento de los géneros y el 10 por ciento de las especies de peces del mundo; sin embargo, no se reconoce la importancia ecológica, económica y cultural que merece esta riqueza, lo que se demuestra en el bajo consumo de pescado en nuestro país.
Un equipo de especialistas mexicanos reportaron en la más reciente edición de la revista Ciencia, de la Academia Mexicana de Ciencias, que el ritmo de destrucción y alteración de los hábitats acuáticos es cada vez más acelerado.
Por ello, es necesario profundizar en el estudio de las historias de vida de las especies y los factores que están afectando a los ecosistemas acuáticos, a fin de diseñar estrategias viables de conservación y aprovechamiento.
En los poco menos de dos millones de kilómetros cuadrados que constituyen el territorio nacional, lo que representa el 1.3 por ciento de la superficie continental del planeta, habitan dos mil 171 especies de peces de las cuales 400 son de agua dulce, 550 de ambiente estuario, es decir, que viven en lagunas costeras y desembocaduras de ríos, y el resto son oceánicas.
Roberto E. Torres Orozco Bermeo y Marco Aurelio Pérez Hernández son los autores del artículo Riqueza y regionalización de los peces de México, publicado en Ciencia.
La riqueza íctica continental de México se debe a que en su territorio confluyen las dos grandes zonas zoogeográficas continentales de América, cuya división se basa en criterios ecológicos y climáticos: la región neártica y la neotropical, explican los investigadores.
Además, México cuenta con 98 especies exóticas de peces dulceacuícolas, de las cuales 50 son de origen extranjero.
Dada la deficiencia de proteína animal en la dieta de los habitantes del medio rural, aseguran los autores, el gobierno del país ha visto en la introducción de peces exóticos un beneficio social y económico, sin cuestionar los posibles efectos adversos de estas especies sobre la ictiofauna nativa.
"Aunque los estudios al respecto son todavía pocos, ya se han documentado casos de hibridación con especies endémicas, de depredación, que ha llevado a algunas especies al borde de la extinción, por lo que es indispensable, antes de introducir una especie exótica, recabar información para proteger y preservar las comunidades biológicas originales", concluyeron.
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