Los científicos han pasado el último mes explorando los arrecifes de coral en los alrededores de las remotas Islas de Sotavento de Hawaii, en aguas de una profundidad que hasta recientemente era considerada inalcanzable para los buzos.
Los buzos estuvieron nadando entre arrecifes nunca detectados, a más de 75 metros de profundidad, durante un viaje de investigación de un mes a las islas en el barco Hiialakai, de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA por sus siglas en inglés).
Los investigadores encontraron zonas fértiles para peces de los arrecifes. También recolectaron especímenes que pueden ayudarlos a identificar especies nuevas.
"Estuvimos viendo arrecifes en los que ningún ser humano ha puesto jamás los ojos", afirmó Randall Kosaki, científico principal de una misión de investigación de la NOAA.
"Literalmente, tenemos mejores mapas de la Luna que de los arrecifes de coral en el archipiélago hawaiano".
El 84 por ciento de todo el coral bajo jurisdicción estadounidense está en aguas de Hawaii.
Aproximadamente 15 por ciento están en las aguas de los alrededores de las principales islas hawaianas. Otro 69 por ciento están en las Islas de Sotavento de Hawaii, una zona de atolones mayormente deshabitados que en 2006 el entonces presidente George W. Bush declaró como el Monumento Nacional Marino Papahanaumokuakea.
La mayoría de los buzos sólo pueden bajar a profundidades de 30 metros. Las naves sumergibles pueden llevar a las personas a más profundidad, pero se han estado usando más para la exploración de zonas de entre 180 y 215 metros por debajo de la superficie, dijo Kosaki.
El área ubicada entre la zona de buzos y la de los submarinos incluye una parte inexplorada desde hace mucho tiempo, dijo. En esa área hay arrecifes de coral que pueden crecer a 150 metros bajo la superficie.
"El hábitat del arrecife de coral va a una profundidad cuatro veces mayor que en la que hemos estado trabajando antes de esto", dijo Kosaki a los reporteros.
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