Armado con espinas venenosas y un voraz apetito, el pez león o pez escorpión (Pterois volitans) es una especie originaria de los océanos Pacífico e Índico pero se encuentra invadiendo rápidamente las aguas del Caribe.
Importado con gran demanda para acuariofilia en Estados Unidos, se cree que varios individuos de esta especie escaparon de un acuario en Florida, tras el impacto del huracán Andrew en 1992, aunque al parecer existen registros anteriores. Desde su introducción, estos peces se han adaptado extraordinariamente a las condiciones del océano Atlántico, incrementándose explosivamente en número debido a su alto potencial reproductivo y causando estragos en los delicados arrecifes del Caribe.
El pez león ha sido reportado en avistamientos prácticamente en toda la región del Caribe: en la costa este de Estados Unidos, Cuba, islas Caimán, Bahamas, Bermuda, Jamaica, Haití, Puerto Rico, Belice y recientemente ha sido avistado en las costas del Caribe Mexicano. Específicamente, ha sido registrado en Cozumel y Punta Maroma. Este pez depredador, de color blanco con franjas rojas y aletas puntiagudas, tiene la capacidad de acorralar y prácticamente engullir peces la mitad de su propio tamaño (puede alcanzar hasta 35 cm de largo). Se ha documentado a este pez comiendo vorazmente hasta 20 peces pequeños en menos de 30 minutos.
Como la mayoría de las especies invasoras, ésta especie carece de depredadores naturales, por lo que se encuentra merodeando los arrecifes del Caribe sin ningún tipo de control natural.
La mayoría de los avistamientos del Pez León proviene de la región de Bahamas, en donde ha invadido prácticamente todos los hábitats de la costa; los especialistas exponen que ésta pudiera ser la peor invasión histórica de un pez depredador en aguas oceánicas. Aún, se han reportado numerosos casos en donde los buzos han sufrido lesiones por ataque con sus espinas cargadas con veneno, lo cual puede conllevar a experiencias extremadamente dolorosas.
En todas las regiones donde se ha sido avistado, las autoridades ya han emitido alarmas y se ha comenzado con programas de erradicación de esta especie nociva. Particularmente en nuestro estado, la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP) ya toma cartas en el asunto, informando a la comunidad sobre el peligro que éste organismo marino representa, tanto para la ecología arrecifal como para los usuarios del arrecife. Por ello, se recomienda mantener una distancia prudente si llega a ser observado y notificar inmediatamente a la CONANP sobre el sitio de avistamiento, ya que éste es un pez muy territorial y puede ser observado en una misma área por tiempo prolongado, lo cual tal vez permita facilitar su eliminación.
Como dato curioso, en Estados Unidos se ha comenzado ya con una intensa campaña de pesca y consumo "gourmet" de este pez en orden de ayudar en la erradicación de sus poblaciones.
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