Monday, May 11, 2009

Especies invasoras afectan a Canada

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Los tunicados son animales invasores que han generado fuertes impactos desfavorables en la productividad de la industria acuícola de Prince Edward Island, localizada en la costa atlántica de Canadá, y que tiene los más altos índices de exportación de mariscos a EU y otros países, informó el investigador Pedro A. Quijón.


Se trata de organismos provenientes de Japón y Europa que se adhieren a cualquier objeto sólido suspendido en el mar y a todas las mallas e instrumentos usados en el cultivo de mitílidos (como el mejillón, el choro y la cholga), explicó el académico de la University of Prince Edward Island.


La acuicultura es una industria que genera empleos y grandes ingresos al año, altamente rentable por los mariscos que se producen: langostas y, sobre todo, mitílidos, que se multiplican rápidamente y a gran escala, señaló en una conferencia, impartida en el Instituto de Ciencias del Mar y Limnología, de la UNAM.


La producción anual en el 2007 alcanzó 17 mil toneladas, con un valor de 50 millones de dólares canadienses, lo que convierte a esta actividad en una de las de mayor crecimiento.


No obstante, los materiales en el agua han introducido un hábitat que no existía en la isla, donde sólo estaba caracterizado en sedimentos y no en sólidos, lo que propició la entrada de especies invasoras de Asia y Europa, comentó.


El investigador, junto con su equipo, ha localizado al menos cuatro especies de tunicados de las que la Styela clava y Ciona intestinales son las más dañinas; se han buscado mecanismos de mitigación y prevención, pero hasta ahora no se ha encontrado ninguno efectivo.


"Estos invasores se reproducen rápidamente y se adhieren a cualquier elemento sólido que encuentran: cuerdas, boyas, mallas y botes, entre otros. Los recubren totalmente y los hacen más pesados, lo que provoca el hundimiento y la pérdida de los mejillones", explicó en un comunicado de la UNAM.


El cultivo de estos moluscos se realiza a través de mallas y cuerdas que se colocan en el mar y quedan suspendidas en donde las semillas crecen, se sacan a la superficie cuando los "choros" (una especie de mitílidos) alcanzan un tamaño comercial.


Además, las que se extraen a la superficie deben limpiarse con diferentes sustancias para liberarlos de los tunicados, lo que les quita inocuidad a los mariscos y producen bajas en las condiciones de venta.


A pesar de los métodos de mitigación, el problema se ha generalizado en prácticamente toda de la isla, y a pesar del daño provocado, aún no se estudia a fondo; se espera encontrar mayores evidencias y generar mecanismos de control.


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