Wednesday, May 13, 2009

Es improbable una Pequeña Edad del Hielo

 

 


Algunos titulares e informes de los medios sugieren recientemente que la actual carencia de actividad solar podría llevar a otra Pequeña Edad del Hielo, pero muchos científicos solares dicen que es improbable.




Sí, el Sol ha estado muy tranquilo últimamente, con muy poca actividad magnética en su superficie; una potente actividad se vería reflejada como manchas oscuras llamadas manchas solares. Hasta hace poco, esto era lo esperado: El Sol pasa a través de un ciclo de 11 años, y 2008 se predijo una caída de la actividad.
Pero hasta el momento, el Sol no ha mostrado un repunte en la actividad como se predijo – las manchas solares se vieron sólo en 12 de los primeros 90 días 2009.

 


“Esta renuencia a empezar por parte del nuevo ciclo me ha llevado a mi y a otros a preguntarnos si podríamos estar dirigidos hacia un gran mínimo donde el Sol deja de producir manchas durante décadas”, dijo el físico solar de la NASA David Hathaway.
Aún así, Hathaway no cree que esto vaya a llevar a un gran enfriamiento global, o alguna otra cosa que altere significativamente la tendencia del calentamiento global.

 


La historia como guía


El anterior gran mínimo, llamado Mínimo de Maunder, tuvo lugar entre 1645 y 1715. La calma perduró un rango de tiempo mayor (desde aproximadamente el siglo XVI a mediados del XIX) cuando ciertas áreas en la Tierra experimentaron unas caídas en las temperaturas que se conocieron como “Pequeña Edad del Hielo”.
Esta conexión ha llevado a alguna gente a decir que podrían estar llegando a otra mino Edad del Hielo. Pero la ciencia de todo esto — cómo y cuánto afectan los cambios en la actividad solar a la temperatura de la Tierra — sigue siendo un misterio sin resolver en su mayor parte.

 


Y, en cualquier caso, el clima de la Tierra tiene un tema más importante que resolver en estos días, dicen los científicos. La última Pequeña Edad del Hielo llegó antes de la Revolución Industrial, y puede que también se viese influida por los volcanes, que tienden a bajar las temperaturas.

 


En esta época, la atmósfera de la Tierra está empaquetada con dióxido de carbono y gases invernadero producidos por la actividad humana. Los efectos del calentamiento de estos gases que capturan calor probablemente minimizaría cualquier ligero enfriamiento que tenga lugar debido a una caída en el ciclo solar.
“Dudo de una Pequeña Edad del Hielo dado que ahora tenemos casi el doble de dióxido de carbono en la atmósfera que hace 200 años”, dijo Hathaway a SPACE.com. “Creo que desempeña un papel más importante que el del Sol”.

 


Judith Lean, físico solar del Laboratorio de Investigación Naval de los Estados Unidos en Washington, D.C., está de acuerdo. Incluso si entramos en un gran mínimo de actividad solar, probablemente sólo enfriaría la atmósfera ligeramente, dice.

 


“Es posible que hubiese algunas regiones donde el enfriamiento fuese mayor, pero globalmente no se esperaría un enfriamiento mayor de unas décimas de grado”, dijo Lean. “Y sería de un orden de magnitud menor que los efectos esperados debido al calentamiento global, donde estamos hablando de un calentamiento de 1 a 4 grados”.

 


Conexión Tierra-Sol poco comprendida


En general, la conexión entre la actividad solar y las temperaturas de la Tierra no está firmemente establecida. Existen buenas pruebas de que la actividad solar afecta al clima: Cuando el Sol está más activo, las temperaturas de superficie tienden a ser ligeramente más cálidas, y cuando el Sol está inactivo, más frías.
No obstante, la fuerza de este efecto y las razones para el mismo no se comprender perfectamente. La explicación no es simplemente que el Sol sea más brillante durante los periodos de actividad alta y más frío cuando está tranquilo.

 


Es más probable que los cambios en la actividad solar liberen distintos tipos de partículas energéticas hacia la Tierra, las cuales influyen en la química de la atmósfera y afectan al clima. Con certeza, los científicos saben que cuando el Sol está activo, puede desencadenar tormentas espaciales capaces de dejar fuera de servicio satélites y desconectar redes de energía en la Tierra. De hecho algunos investigadores creen que el siguiente pico de actividad solar, en 2012, podría ser uno de los más potentes, disparando potencialmente tormentas que podrían poner de rodillas a la tecnología moderna.

 


Por tanto no importa lo que el Sol haga en los próximos años, será interesante para los científicos.

 


“La comunidad solar está entusiasmada con el comportamiento del Sol”, dijo Lean en una entrevista telefónica. “Es una época fascinante para trabajar en este área”.

 


Fuente

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