La NASA pretende bombardear nuestra luna el 9 de octubre de 2009, para ello, ha enviado al espacio un arma cinética cargando dos toneladas de explosivos con la finalidad de crear un cráter de cinco millas, y ver si sale agua del interior de la luna. Este ambicioso proyecto que ya ha iniciado la NASA es contrario a la ley que prohíbe la modificación ambiental de los cuerpos celestes.
Representación gráfica del orbitador lunar LCROSS liberando un cohete Centaur con 2 toneladas de explosivos contra la luna.
Los legendarios astronautas Buzz Aldrin y Neil Armstrong en unas declaraciones han dicho que vieron extraterrestres en la luna y que si se hace uso de las bombas podrían molestar a estas civilizaciones y con ello desencadenar un conflicto de proporciones descomunales con civilizaciones extraterrestres.
Si la verdadera intención de la misión LRO/LCROSS de bombardear la luna es crear hostilidad con los extraterrestres y sus asentamientos, entonces la NASA y, por lo tanto, el gobierno de los EE.UU. pueden ser culpables de desencadenar una guerra espacial y estarían atentando contra los convenios de Ginebra a los que las naciones deben de ampararse.
El Tratado del Espacio Ultraterrestre de las Naciones Unidas (en inglés), que los EE.UU. ha ratificado, exige que “La luna y otros cuerpos celestes sean utilizados por todos los Estados exclusivamente para fines pacíficos. El establecimiento de bases militares, instalaciones y fortificaciones, y las pruebas de cualquier tipo de armas, al igual que la realización de maniobras militares en los cuerpos celestes están prohibidas.” 98 naciones han ratificado el acuerdo y 125 naciones han firmado el Tratado del Espacio Ultraterrestre de Naciones Unidas.
La NASA lanzó la misión LCROSS el pasado 18 de junio de los corrientes. Según especifica un reporte, "Cuando sobrevuele el hemisferio sur, y de acuerdo con los objetivos de la misión LCROSS, la nave hará uso de sus instrumentos de alta precisión, el orbitador tomará imágenes de acercamiento del terreno, con la finalidad de localizar en el polo Sur de la luna, un cráter lo suficientemente oscuro y a la vez no muy profundo, sobre el cual se llevará a cabo el bombardeo".
Para realizar esta operación, el orbitador LCROSS guiará un cohete CENTAUR cargando 2 toneladas de explosivos a ser utilizados contra su objetivo. El cohete impactará al cráter seleccionado a una velocidad de 5,600 mph, creando tras sí, un nuevo cráter el cual se espera sea de unas 5 millas a la redonda. El impacto contra la luna está programado para el 9 de octubre del 2009.
El cohete Centaur, al cargar 2 toneladas de explosivos califica como un arma cinética espacial. La justificación alegada por la NASA es que la LCROSS trazará mapas para posible sitios de alunizajes; insiste en que los fines son pacíficos y que el motivo central es el detectar agua para asegurar futuros lanzamientos a la luna y el establecimiento de bases y colonias.
La identificación del agua es muy importante para el futuro de las actividades humanas en la Luna. El impacto ocasionará la expulsión de materiales desde el cráter hacia el exterior, los materiales expulsados podrán ser analizados en busca de agua. La NASA ha declarado oficialmente que: “Los EE.UU., la NASA, y científicos rusos no han confirmado presencia extraterrestre en la luna” y que por lo tanto no van a molestar a nadie, y la tarea es meramente científica.
La realidad es que sí que existen informes confirmando la presencia extraterrestre en la luna, tanto por parte de astronautas de EE.UU. que han viajado a la luna, como por parte de empleados de la NASA, y de científicos soviéticos, que ellos (NASA) dicen "desconocer". La National Security Agency informó hace unos años que en la cara oculta de la luna existían bases extraterrestres.
En un documental de televisión realizado en el 2006, titulado "Apollo 11: The Untold Story", el astronauta Buzz Aldrin admitió por primera vez públicamente que los astronautas vieron ovnis en su viaje a la Luna, pero que no se les permitió discutir la información a través de los canales abiertos de transmisión de la NASA durante la misión. Aldrin luego decidió no hablar porque pensó que la información podría ocasionar pánico en la población mundial.”
Otros testigos que también son nombrados en la investigación corroboran la presencia de extraterrestres en la luna, y uno de ellos dice lo siguiente: "Según informes no confirmados hasta ahora, tanto Neil Armstrong como Edwin Buzz Aldrin vieron OVNIs poco después de su histórico aterrizaje en la Luna con el Apolo 11, el 21 de julio 1969. "Recuerdo una conversación de los astronautas, quienes comentaron sobre una 'luz' en el interior de un cráter durante la transmisión de televisión, seguido por una petición por parte del Control de la Misión de que recabaran más información sobre ello. Nada más se escuchó, ni se supo nada".
Según un antiguo empleado de la NASA, Otto Binder, al margen de la institución y a través de transmisiones en frecuencias VHF recogió clandestinamente la siguiente conversación:
Transmisión original en inglés:
NASA: "What's there? Mission Control calling Apollo 11..."
Apollo: "These 'Babies' are huge, Sir! Enormous! OH MY GOD! You wouldn't believe it! I'm telling you there are other spacecrafts out there, lined up on the far side of the crater edge! They're on the Moon watching us!" (Neil Armstrong).
Traducción:
La NASA: "¿Qué está ocurriendo? Control de Misión llamando a Apolo 11 ..."
Apolo: "Estos 'bebés' son enormes, señor! Enormes! DIOS MIO! Si no lo ve no lo cree! Les digo que hay otras naves espaciales allí fuera, alineados en el lado más alejado del borde del cráter! Están en la Luna, observándonos!
En 1979, Maurice Chatelain, ex jefe de Sistemas de Comunicaciones de la NASA confirmó que Armstrong los había visto. "Sí, los astronautas dijeron haber visto dos ovnis en el borde de un cráter. El encuentro fue muy comentado por parte de la NASA", reveló Chatelain, "pero nadie se ha atrevido a hablar de ello hasta ahora" (Neil Armstrong).
Supuestamente científicos soviéticos fueron los primeros en confirmar el incidente. "Según nuestra información, el encuentro fue puesto en conocimiento inmediatamente después del aterrizaje del módulo", dijo el Dr. Vladimir Azhazha, físico y profesor de Matemáticas en la Universidad de Moscú. "Neil Armstrong transmitió el mensaje a Control de Misión de que dos grandes y misteriosos objetos se encontraban cerca del módulo lunar. Pero su mensaje no fue escuchado por el público, porque la NASA lo censuró".
Según otro científico soviético, el Dr. Aleksandr Kazantsev, Buzz Aldrin tomó imágenes de los OVNIs desde el interior del módulo. El Dr. Azhazha afirma que "los OVNIs partieron minutos después de que los astronautas salieron a la superficie lunar".
Maurice Chatelain confirmó también que las transmisiones con el Apolo 11 se interrumpieron en varias ocasiones con el fin de ocultar la noticia a la opinión pública. De Chatelain cabe mencionar su impresionante experiencia en la industria aeroespacial y en el programa espacial. Trabajó como ingeniero electrónico con Convair, especialista en telecomunicaciones, telemetría y radar. En 1959 estuvo a cargo de un grupo de investigación electromagnética, en el desarrollo de nuevos radares y sistemas de telecomunicaciones para Ryan. Además, tiene once patentes sobre un sistema automático de vuelos a la luna. Más tarde, la North American Aviation, le ofreció el trabajo de diseño y construcción del sistema de comunicaciones y procesamiento de datos del Apolo.
Chatelain afirma que "todos los vuelos Apollo y Gemini fueron seguidos, ambos a una distancia prudencial y, a veces, también muy de cerca, por vehículos espaciales de origen extraterrestre, platillos voladores, UFOs u OVNIs, si usted desea llamarlos por ese nombre. Cada vez que esto ocurrió, los astronautas informaron a Control de Misiones, quienes siguiendo la costumbre, ordenaron silencio absoluto", expresó Chatelain.
"Creo que Walter Schirra, a bordo del Mercurio 8 fue el primero de los astronautas en utilizar el nombre de código 'Santa Claus' para indicar la presencia de OVNIS/UFOS junto a las cápsulas espaciales. Sin embargo, sus referencias a 'Santa Claus' no fueron realmente percibidas por el público en general" dijo Chatelain.
Fue un poco diferente cuando James Lovell a bordo del módulo de comando Apolo 8 salió de detrás de la luna y dijo a todo el mundo lo que acababa de ver:
“Les informamos que hay un Santa Claus.”
Dado que esto ocurrió el día de Navidad de 1968, muchas personas no vieron el sentido oculto de estas palabras, su verdadero significado.
Fuente
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