consejos que benefician al medio ambiente y al bolsillo
La aplicación de diversos consejos puede suponer importantes reducciones en el consumo energético, con el consiguiente beneficio para el entorno y la economía familiar
Una de las peticiones más populares en los focos de consumidores de CONSUMER EROSKI ha sido la referente al ahorro de energía para combatir el cambio climático. La preocupación no es para menos: el consumo energético en España duplica al registrado en 1975, a pesar de que la dependencia del exterior es casi total, entre un 80 y 90%. Y debido principalmente a este incremento, es uno de los países que más se ha alejado de sus compromisos del Protocolo de Kyoto, al superar la cantidad asumida de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en un 25%. En este sentido, los consumidores son una parte importante no sólo del problema (cada hogar produce anualmente hasta cinco toneladas de CO2) sino también de la solución. Poniendo en práctica unos cuantos consejos se pueden lograr importantes reducciones en el consumo de energía, lo que beneficia al medio ambiente y, de paso, a la economía doméstica.
Vivienda y transporte, grandes responsables del gasto energético
La vivienda y el transporte han sido los sectores que más han incrementado el consumo energético en España en los últimos años: la casa y el coche privado se llevan casi a partes iguales el 30% del consumo total de energía del país. En el caso de la vivienda, se le atribuye entre un 7 y un 9% del porcentaje total de emisiones de CO2.
Por ello, las instituciones son cada vez más exigentes para que las viviendas nuevas mejoren su eficiencia energética: en la actualidad diversa normativa pretende mejorar este apartado, como el Código Técnico de Edificación, el Reglamento de Instalaciones Térmicas en los Edificios (RITE) o la Certificación de Eficiencia Energética de Edificios. Por su parte, el consumidor puede exigir que la memoria de calidades disponga de información sobre su consumo energético.
La casa y el coche privado se llevan casi a partes iguales el 30% del consumo total de energía del país
De esta manera, aplicando sistemas de carácter activo y pasivo se pueden rebajar las emisiones de GEI a la mitad sin que suponga un esfuerzo excesivo. Por ejemplo, una buena orientación de la vivienda, la colocación de un buen aislamiento en paredes, techos y ventanas, así como la utilización de algunas tecnologías para ahorrar energía o energías renovables son medidas que ayudan a conseguir ahorros considerables, no sólo en la vivienda particular, sino también en la zona que corresponde a la comunidad de vecinos. En este sentido, la aplicación de técnicas bioclimáticas o la construcción de las denominadas casas de energía cero suponen un avance importante en la lucha contra el cambio climático.
En cuanto al coche privado, representa aproximadamente la mitad de la energía que consumen las familias españolas. Para reducir este gasto también se puede incidir en varios aspectos, como la compra de coches más eficientes (cada vez son más las marcas que incluyen la etiqueta voluntaria de eficiencia energética) y con un menor emisión de CO2; el uso de una conducción eficiente, o compartir coche y garaje. Y por supuesto, andar, ir en bici o utilizar el transporte público siempre que se pueda.
Cómo ahorrar en climatización y basura
Según el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), la calefacción y el agua caliente sanitaria (ACS) suponen un 67% del consumo energético de los hogares españoles. En concreto, calentar la vivienda requiere de media casi la mitad del gasto energético, si bien depende del clima de cada zona, ya que un 14% de las viviendas españolas no tiene calefacción.
La forma más (eco)lógica de ahorrar energía es reduciendo su consumo. En este caso, no se debe abusar de la calefacción: una vivienda a 20º ofrece el suficiente confort, y los dormitorios pueden estar incluso a entre tres y cinco grados menos. Por cada grado que se baja el termostato se ahorra entre el 1 y el 3% de la factura eléctrica. Tampoco es necesario tener la calefacción todo el día encendida, y mucho menos de noche: con unas pocas horas, y tras haber ventilado la casa y haber cerrado las ventanas, es suficiente.
Asimismo, no es recomendable cubrir los radiadores ni colocar ningún objeto a su lado, ya que dificulta la difusión del aire caliente. Por otra parte, un mantenimiento adecuado de la caldera individual puede ahorrar hasta un 15% de energía.
La tecnología, y en concreto el uso de sistemas de energía renovable, también puede ayudar a reducir el consumo de calefacción, agua caliente y climatización en general. La válvulas termostáticas en radiadores y los termostatos programables se amortizan rápido al lograr ahorros de entre un 8 y un 13%. Las bombas de calor aportan climatización integral: aire acondicionado en verano y calor en invierno y los conocidos como "inverters" pueden ahorrar entre un 30 y un 40% respecto a los equipos convencionales más baratos. La tecnología solar puede proporcionar agua caliente ahorrando hasta un 40% de energía de gas o electricidad para tal fin.
La calefacción y el agua caliente sanitaria suponen un 67% del consumo energético de los hogares españoles
En cuanto al aire acondicionado, su uso racional puede suponer también importantes ahorros y reducir su impacto ambiental. Para ello, conviene no usarlo en las horas de más calor, sino a primera hora de la mañana, cerrar las ventanas o cortinas para evitar pérdidas y no dejarlo encendido en el modo "sleep" o "stand by" porque, al igual que otros electrodomésticos, hacerlo conlleva un coste energético considerable.
no sólo desde el hogar se pueden asumir criterios ecológicos de ahorro, sino también en las oficinas. Un ejemplo del ahorro que puede significar el uso responsable del aire acondicionado lo está dando el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio. En esta institución se ha asumido una campaña, de manera que la temperatura interior de sus dependencias no sea inferior a 24 grados. Los responsables del IDAE calculan que por cada grado que suban en este Ministerio ahorrarán unos 6.000 euros mensuales.
Reducir energía con un buen uso de la basura
La basura también requiere un gasto energético que va en aumento: cada español produce de media al día 1,7 kilos de basura; en total 25 millones de toneladas anuales que en buena parte acaban en los vertederos. Los expertos aseguran que se podría evitar el vertido del 90% de los residuos generados realizando una buena gestión de las basuras: buen reciclado (el 65% de las basuras domésticas puede reciclarse en vez de ir al vertedero), buen compostaje de materia orgánica y valorización energética.
Algunos datos recuerdan la importancia de estas medidas: una tonelada de vidrio reciclado ahorra 1.200 kilos de materias primas y 130 kilos de combustible; una tonelada de papel reciclado evita talar catorce árboles, consumir 50.000 litros de agua y más de 300 kilos de petróleo.
Por ello, asumir las clásicas tres erres (reducir, reutilizar y reciclar) o dejar en los puntos limpios los residuos que no se pueden depositar en los contenedores son otras de las medidas importantes
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