Gustavo Ybarra / WWF
Los bosques de pino se distribuyen desde el estado de Chihuahua hasta el de Chiapas.
Una gran diversidad de bosques y selvas cubren 64.5 millones de hectáreas en México, representando el 33% del territorio nacional. Estos bosques tienen un alto valor de biodiversidad, producen numerosos beneficios económicos y son críticos para el bienestar de muchas comunidades, depositarias de conocimientos ancestrales sobre sus recursos naturales.
Los bosques templados de pino, encino y oyamel generalmente se encuentran en la parte alta de las montañas. México es centro de diversidad tanto de pinos como de encinos con más del 50% de todas las especies de pino y más de 150 especies de encinos del planeta. En estos bosques habitan una gran cantidad de especies, entre las que sobresalen el oso negro, la cotorra serrana y la mariposa monarca.
Los bosques nublados se encuentran en zonas con gran cantidad de lluvia en la parte media de las montañas. Actualmente están muy restringidos. Son característicos de estos bosques los helechos arborescentes, las epífitas, el formidable quetzal y el singular pavón.
Las selvas tropicales secas se distribuyen en las partes bajas. Contienen gran cantidad de especies endémicas y son el hábitat del jaguar, la iguana, el monstruo de gila y la guacamaya verde.
Las selvas tropicales húmedas ha desaparecido de las planicies costeras, reduciéndose a un 10% de su extensión original. En este complejo y diverso ecosistema habitan el tapir, los monos araña y aullador, gran variedad de pericos y tucanes y la imponente águila arpía.
Sin embargo, los bosques y selvas se están perdiendo a una velocidad alarmante. La tasa anual de pérdida de bosques y selvas ha sido estimada entre 300,000 y 1, 500,000 hectáreas.
Como resultado, una gran cantidad de especies está en peligro de extinción y muchas más están siendo extirpadas localmente.
Las acciones directas que provocan la destrucción y degradación de los bosques y selvas son:
- Conversión a agricultura, ranchos ganaderos, incendios y proyectos de infraestructura (pérdida de hábitat y fragmentación)
- Tala inmoderada e ilegal, cacería y comercio ilegal de fauna (sobreexplotación)
- Plagas (especies invasoras)
- Contaminación de aire y de agua
Si bien estas acciones las vemos directamente, las causas subyacentes de la pérdida de ecosistemas forestales son sociales, económicas y políticas. Las consecuencias de la merma y degradación de los bosques son:
- Pérdida de biodiversidad única
- Daño a ecosistemas de agua dulce y a los procesos hidrológicos
- Reducción de servicios ambientales
- Mantenimiento del ciclo de pobreza
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