Los astrónomos del Institute for Computational Cosmology en la británica Universidad de Durham han descubierto una verdadera “fábrica de estrellas”. En efecto, se trata de una región de unos 300 años luz de ancho, ubicada en una galaxia llamada SMMJ2135-0102 que se encuentra a 10 mil millones de años luz de la Tierra, en la que se crean unos 250 soles al año. El descubrimiento ha sido posible gracias al viejo truco de utilizar clusters de galaxias muy masivos como lentes gravitacionales.
Los astrónomos están celebrando una imagen captada desde el telescopio APEX (Atacama Pathfinder Experiment Telescope), en el norte de Chile por Mark Swinbank. Este científico de la Universidad de Durham, en Gran Bretaña, utilizó el telescopio en cuestión para obtener una imagen de una galaxia denominada SMMJ2135-0102 y ubicada a unos 10 mil millones años luz de la Tierra, en la que se están generando nuevas estrellas a una velocidad 100 veces más alta de la presente en una galaxia típica. La hazaña fue posible gracias a que Swinbank aprovechó las deformaciones impuestas a la luz por la presencia de grandes cantidades de materia. En efecto, entre SMMJ2135-0102 y la Tierra existen enormes clusters de galaxias, que hacen las veces de “lentes gravitacionales”, permitiendo a los astrónomos ver y fotografiar objetos muy lejanos que de otra manera resultarían inaccesibles.
La galaxia SMMJ2135-0102 está a unos 10 mil millones años luz de la Tierra.
Para fotografiar esa lejana región del universo, el astrónomo utilizó diferentes longitudes de onda. “La utilización de la banda de las ondas submilimétricas -que en el espectro electromagnético se encuentran entre los infrarrojos y las ondas de radio- fue decisiva a la hora de evaluar la verdadera tasa de formación estelar, porque se trata de una clase de radiación que penetra fácilmente el polvo existente en las regiones donde tiene lugar la formación de estrellas,” explica Swinbank. La luz visible emitida por las estrellas es absorbida por el polvo que rodea y reemitida en longitudes de onda submilimétricas y de infrarrojos. Es por eso que "es virtualmente imposible deducir la tasa de formación de estrellas de forma precisa utilizando solamente imágenes ópticas solo", agrega Walter Fabian, del Instituto Max Planck de Astronomía en Heidelberg, Alemania.
Estudios anteriores, efectuados con instrumentos de menor resolución y utilizando tanto la luz visible como las longitudes de onda submilimétricas, han encontrado sitios semejantes en lugares aún más alejados de nuestro planeta. Dado que a medida que nos alejamos de la Vía Láctea “retrocedemos en el tiempo” (debido a lo que demora la luz de esos objetos en llegar a nosotros), se trata de galaxias muy antiguas. De alguna forma, las estamos viendo como eran hace miles de millones de años. “Todos estos resultados refuerzan la misma hipótesis: la formación de estrellas en el universo primitivo era mucho más intensa de lo que esperábamos,” dice Swinbank. La galaxia SMMJ2135 nos muestra como era el universo cuando solo tenia unos 3 mil millones de años, una era en la que la formación de estrellas estaba en su apogeo. James Dunlop, de la Universidad de Edimburgo, sugiere que las galaxias creaban estrellas en semejantes cantidades por que todavía tenía un montón de gas -la materia prima indispensable para “fabricar” estrellas- y la gravedad había actuado el tiempo suficiente como para “compactar” entre sí sus moléculas. Antes de esa era, la gravedad aún no había alcanzado a poner las moléculas de gas lo suficiente juntas, y luego de ella la mayoría de las galaxias ya habrían agotado sus reservas de gas. “Estamos viendo a SMMJ2135 en el momento exacto en que alcanza su máxima tasa de creación de soles, produciendo unas 250 nuevas estrellas cada año.”, finaliza Swinbank.
Visto en Discovery
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