El Planeta Rojo tiene una pérdida de metano (CH4) 600 veces más rápido de lo que se creía, hecho que podría estar relacionado con un suelo agreste donde sería muy difícil la supervivencia de la materia orgánica en la superficie.
Franck Lefèvre y François Forget, titulares de un estudio publicado en Nature, midieron las variaciones de metano en la atmósfera de Marte mediante un modelo climático que simulaba el ciclo del elemento en el vecino planeta.
El resultado fue que el nivel de CH4 no varía considerablemente. Sin embargo, encontraron que la condensación y sublimación del elemento en la atmósfera, aunada al dióxido de carbono, pueden generar grandes variaciones en diferentes periodos de tiempo.
La sugerencia de que el suelo marciano es tan agresivo para la materia orgánica que destruye a los compuestos en cuestión de horas tiene implicaciones muy importantes para las futuras misiones a Marte ya que fracasarían en su intento por buscar compuestos orgánicos en la superficie, consideró el doctor Rafael Navarro, especialista en el Planeta Rojo y colaborador de la NASA.
"Por supuesto que el Mars Science Laboratory, con su nuevo nombre 'Curiosity', tiene como objetivo principal estudiar la existencia de metano en la atmósfera pero debe de tener suerte para amartizar en una zona en donde exista un exceso de metano", explicó.
Lo curioso del metano en Marte es que no concuerda con la química atmosférica conocida hasta el momento por lo que existe la posibilidad que la detección del elemento sea un 'artefacto' y no será hasta las siguientes misiones en que se pueda hacer un estudio in situ de su identificación, agregó Navarro.
"Para Marte, no se ha identificado ninguna fuente abiótica que lo pudiera estar generando continuamente por lo que la posibilidad de que sea actividad biológica es muy atractiva".
A diferencia de la Tierra, el CH4 atmosférico en el vecino planeta no se está distribuido homogéneamente, sino que hay zonas en donde se observa altas concentraciones.
Larga vida
De acuerdo a modelos químicos, el metano en la atmósfera marciana debe tener una vida media del orden de 200 a 500 años y es destruido principalmente por la luz ultravioleta del Sol.
La gran incógnita es que al realizar un modelo climático acoplado con reacciones químicas en la atmósfera no se puede explicar la existencia de zonas en Marte con altas concentraciones de metano.
La explicación que sugieren los autores del artículo es que el suelo marciano debe ser altamente reactivo que destruye al metano en cuestión de horas.
Rastro en la Tierra
El descubrimiento de metano en la atmósfera de Marte ha generado gran expectativa sobre la posibilidad de vida microbiana en el subsuelo, explicó el doctor Navarro.
"En la Tierra también tenemos metano en la atmósfera el cual es generado principalmente por la bacterias metanogénicas que convierten el dióxido de carbono en metano y de esta manera obtienen energía para vivir en lugares donde no hay luz solar como el fondo marino o el tracto digestivo de rumiantes", reflexionó el especialista del Instituto de Ciencias Nucleares de la UNAM.
"Sin embargo, en la Tierra también tenemos fuentes no biológicas que generan metano como el vulcanismo submarino".
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