Tuesday, July 20, 2010
petróleo invade caparazón de cangrejos
Un grupo de científicos advirtió indicios de que el derrame petrolero en el Golfo de México está alterando la red alimenticia marina al matar o contaminar algunas criaturas y acelerar el crecimiento de otras más adaptadas a un ambiente alterado.
Cerca del lugar del derrame, los investigadores han documentado una mortalidad masiva de pirosomas, organismos gelatinosos en forma de pepino del que se alimentan las tortugas marinas, especie en peligro.
Y en la base de la red alimenticia, antes llamada cadena alimenticia, están proliferando microorganismos que consumen petróleo y gas.
Si continúa tal impacto, los científicos advierten sobre una peligrosa alteración de la vida marina que podría repercutir en todo el ecosistema y poner en peligro la industria pesquera multimillonaria de la región.
Esta red alimenticia es la savia vital de la vida en el Golfo. Ahora se le denomina red en vez de cadena para reflejar la naturaleza cíclica de un proceso en el que incluso el depredador más grande se convierte en fuente alimenticia al morir y descomponerse.
Lo que se deduce de las investigaciones hasta la fecha son focos de perturbación a lo largo de un sector en el norte del Golfo de México. Se extiende desde las profundidades marinas a mil 500 metros en el lugar del derrame hasta la plataforma continental frente a Alabama y las aguas costeras poco profundas en los pantanos de Luisiana.
Gran parte del derrame, calculado en hasta 689 millones de litros de petróleo y 340 millones de metros cúbicos de gas natural, se descompuso en partículas diminutas de dispersantes químicos en la boca del pozo. Eso redujo el impacto directo a las costas y mantuvo a gran parte del petróleo y gas suspendido en el agua.
Pero los cangrejos inmaduros que nacen en las costas podrían traer ese petróleo, en su caparazón, a los estuarios desde Pensacola (Florida) hasta Galveston (Texas). El petróleo que transportan microorganismos a lo largo de grandes distancias significa que los efectos del derrame podrían ser mayores que lo que se supuso antes, dijo Caz Taylor, profesor en Tulane.
El oceanógrafo John Kessler, de la Universidad A&M de Texas, y el geoquímico David Valentine de la Universidad de California en Santa Barbara pasaron recientemente unas dos semanas revisando las aguas en un radio de 10 kilómetros en torno de la boca del derrame. A más de 900 metros de profundidad hallaron que los niveles de gas natural eran 100 mil veces superiores a lo normal, dijo Kessler.
Funcionarios federales encargados de la vida silvestre dicen que el impacto no es irreversible y que no se ha hallado vida marina contaminada.
Pero el representante demócrata Ed Markey, director de un comité de la cámara baja que investiga el derrame, advirtió que el problema recién se está desencadenando y que el petróleo tóxico podría entrar en la vida marina después que los depredadores consuman alimentos contaminados.
"Si uno modifica la base de la red alimenticia va a repercutir en toda su extensión'', advirtió el experto Rob Condon, que halló bacterias afectas al petróleo en la costa de Alabama, a más de 145 kilómetros del lugar donde se hundió una plataforma petrolera de BP que dio origen al derrame. "En definitiva va a impactar a los peces e introducir numerosos contaminantes en la red alimenticia".
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