Más de 300 aves marinas, en su mayoría pelícanos pardos y alcatraces, han sido halladas muertas en la costa estadounidense del Golfo de México en las 5 semanas desde el inicio del derrame de petróleo, reportaron funcionarios.
En total, 316 pájaros fueron encontrados muertos en las costas de Louisiana, Mississippi, Alabama y Florida, otros 10 perecieron o fueron sacrificadas en centros de rehabilitación luego de ser rescatados vivos, y 31 aves petroleadas han sobrevivido.
Las cifras fueron reveladas el lunes por el Servicio de Vida Salvaje y Marina de Estados Unidos e incluye a animales que presentaban crudo en el cuerpo y algunos con señales visibles de contaminación por petróleo.
Todas las aves halladas son contabilizadas como víctimas potenciales del petróleo que brota desde el 20 de abril de un pozo submarino en el Golfo de México debido a su proximidad con el vertido, explicó Jay Holcomb, director del centro de rescate para aves en Fort Jackson, Florida.
Los animales eventualmente serán analizados para determinar de forma más concluyente si fueron contaminados por el petróleo del derrame de la firma petrolera BP, sostuvo.
Holcomb, director del Centro Internacional de Investigación y Rescate de Aves con sede en California, teme que la tasa de mortalidad para las aves marinas se incremente severamente.
"El potencial de que esto sea catastrófico está ahí, porque hay una cantidad masiva de petróleo en el agua y aún está saliendo, y existen muchas aves que están anidando y usando la costa", explicó. "Si tormentas tropicales mueven el petróleo, veremos el impacto real".
Las aves más afectadas hasta el momento por el crudo en el Golfo son las que se alimentan sumergiéndose en el mar para pescar, incluyendo el pelícano pardo, que el año pasado fue removido de la lista de especies en peligro de extinción, y el alcatraz común, indicó Holcomb.
El petróleo afecta las propiedades aislantes de las plumas, exponiendo los animales al frío y complicando su capacidad de flotar, nadar y volar.
Los químicos en el crudo también pueden quemarles la piel e irritar sus ojos. Además, terminan ingiriendo petróleo cuando se sumergen en el mar, lo que perjudica sus tractos digestivos.
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