En definitiva, la felicidad repercute en la salud.
Esto lo comprobó el psicólogo Ed Diener, de la Universidad de Illinois, E.U. , tras revisar más de 160 pruebas sobre el tema realizadas a humanos y animales, de las cuales dos llamaron particularmente la atención del científico.
En la primera se analizó la conducta de 7,000 estudiantes de la Universidad de Carolina del Norte durante 40 años, y se descubrió que quienes eran más pesimistas murieron más jóvenes que aquellos con una actitud considerada positiva.
La segunda, que abarcó un periodo de tiempo más largo, fue realizado a 180 monjas católicas, a quienes se les pidió escribir una autobiografía cuando tenían 20 años. Quienes escribieron un texto con sentimientos positivos vivieron más años.
De acuerdo con la investigación, dichos resultados coinciden con los estudios de laboratorio que demuestran que los estados de animo positivos reducen las hormonas relacionadas con el estrés,fortalecen el sistema inmunológico y hacen que el corazón se recupere más rápido después de realizar un esfuerzo físico.
Por otro lado, diversos experimentos en animales comprueban la relación entre las emociones y la salud: aquellos sometidos a fuertes niveles de estrés corren más riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares, tienen un sistema inmunológico más débil y viven menos que los que están en condiciones de cautiverio más favorables.
fuente: Universidad de Illinois
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