Inés Ramírez Pérez,una mujer campesina que habita en Río Talea, México, se cree que es la única mujer en el mundo que se ha realizado con éxito una cesárea a ella misma y sobrevivió.
En marzo del 2000, Inés estaba sola en su cabaña, embarazada de su octavo hijo, cuando se puso en trabajo de parto. Después de 12 horas de dolor insoportable, el bebé todavía no nacía.
la partera más cercana se encontraba a 50 kilómetros de distancia de Rio Tálea, Inés decidió tomar el asunto en sus propias manos y sacar a el bebé por sí misma, a pesar de no tener formación médica, en absoluto.
Mientras bebe una botella de alcohol para adormecer el dolor, Inés tomó un cuchillo de cocina de 15 centímetros, hizo una incisión de 17 centímetros en su abdomen, y tiró a su bebé fuera del útero cortando el cordón umbilical con un par de tijeras.
Después de la operación espantosa, Con mas de una hora de duración, se desmayó.
Después de que ella se despertó, se cubrió el abdomen sangrado con la ropa y le dijo a su hijo de seis años saliera para obtener ayuda.
Dieciséis horas después, Inés estaba en el hospital donde se sometió a un par de cirugías para tratar las complicaciones que surgieron de su propia cirugía. Sorprendentemente, diez días después de la cirugía, fue dada de alta del hospital y su recuperación fue completa.
El bebé, que fue llamado Orlando Ruiz Ramírez, sobrevivió y está completamente sano.
Ramírez comentó sobre su experiencia: "Yo no podía soportar más el dolor. Si mi bebé iba a morir, entonces yo decidí que tendría que morir también. Pero si iba a crecer, yo iba a verlo crecer, y yo iba a estar con mi hijo. Pensé que Dios salvaría nuestras vidas. "Su historia resultó ser tan singular que salió en la edición de marzo del 2004, de la Revista Internacional de Ginecología y Obstetricia.
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