Agentes Británicos encubiertos planeaban poner dosis de estrógeno en la comida de Hitler para hacerlo menos agresivo algo parecido a su hermana menor Paula, quien trabajó como secretaria.
Espías que trabajaban para los británicos estaban lo suficientemente cerca de Hitler para tener acceso a su comida, dijo el profesor Brian Ford, quien descubrió la trama.
Explicó que el estrógeno fue elegido porque era de efecto lento y sutil, lo que significa que pasaría desapercibido a los probadores de alimentos de Hitler .
Hablando sobre el plan, el profesor Ford, un escritor de ciencia y algunos de sus compañeros de la Universidad de Cardiff, expresaron: "Este plan iba a pasar de contrabando los estrógenos en los alimentos de Hitler y cambiar su sexo por lo que se convertiría más femenino y menos agresivo.
"Su investigación había demostrado la importancia de las hormonas sexuales (que comenzaron a ser utilizados en la terapia sexual en Londres)."
Paula Hitler fue el único de los hermanos de Adolfo que sobrevivió hasta la edad adulta. Trabajó como secretaria en Viena en la década de 1920, y recibió el apoyo financiero de su hermano hasta el suicidio de este en 1945.
Después de la guerra fue interrogada por agentes estadounidenses, pero quedo en libertad, y vivió una vida retirada hasta su muerte en 1960.
El plan de estrógeno se resume en un nuevo libro el profesor Ford ha escrito llamado Secret Weapons: Tecnología, la Ciencia y la carrera para ganar la Segunda Guerra Mundial.
Dijo que esta idea fue uno de los muchos intentos extraños y bizarros de traer un final más rápido a la guerra.
Otras posibilidades incluían tirar pegamento en las tropas nazis en un intento de que se quedaran pegadas al suelo .
También consideraron tirar cajas con serpientes venenosas a las tropas enemigas.
El profesor Ford descubrió los detalles de estas bizarras operaciones secretas a través de pilas de archivos recientemente desclasificados.
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