El árbol del café, Coffea arabica, viene de Etiopía y llegó a la península arábiga alrededor del año 1000.
Fue introducido como bebida en Europa durante el siglo XV.
El primer ejemplar llevado al continente europeo fue importado por Antoine de Jussieu (1686- 1758) y plantado en el Jardín des Plantes de París en 1714.
Fue el padre de todas las variedades existentes en América Latina.
Pero el árbol fue robado y después de una larga travesía por mar fue plantado en Martinica; de esta especie se extendieron cultivos por las Indias Orientales y Brasil, hasta que una plaga acabó con los plantíos en Asia.
Existen 30 especies de la familia Coffea, pero sólo dos son las que se cultivan de manera comercial, sobre todo en Brasil y Colombia, los mayores productores del mundo.
El C. arábica constituye el 75% de la producción mundial, el C. robusta o Conephora, originario de Zaire, el 23%, y el C. Ibérica el 2%; estas dos últimas especies son resistentes a los insectos y a las enfermedades
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