Thursday, December 3, 2009

el Gran Atractor

 

Nuestra galaxia se precipita vertiginosamente hacia un descomunal conglomerado cósmico de materia conocido también por los astrónomos como El Muro


En el universo nada está en reposo. Todo evoluciona y se mueve. La Luna gira en torno a nosotros, la Tierra orbita alrededor del Sol y éste alrededor del centro de la Vía Láctea, nuestra galaxia. El equilibrio que permite que existamos es fruto de la lucha entre dos tendencias que se contrarrestan: la gravedad, que atrae a la materia entre sí y deforma el espacio-tiempo, y la expansión del universo, que hace que todo se aleje de todo.
En 1986 un grupo de astrónomos teorizó sobre una descomunal concentración de materia, una inmensa pared que tiraría de multitud de galaxias, incluida la nuestra.
La Vía Láctea también se mueve y no vamos solos. El llamado Grupo Local -formado por nuestra galaxia, Andrómeda y otras treinta más pequeñas- viaja por el universo a una velocidad de unos 600 kilómetros por segundo, en dirección al cúmulo de Virgo. Esta velocidad representaba un interesante problema para los científicos. Teniendo en cuenta la masa de Virgo y la atracción gravitatoria que, según dicha masa, debería ejercer sobre nosotros, la velocidad de desplazamiento del Grupo Local no terminaba de cuadrar. Es decir, nos desplazábamos más rápido de lo que se esperaba.
¿Y qué es lo que atrae vertiginosamente al Grupo Local y, por ende, a nuestra Vía Láctea? Indudablemente, el cúmulo de Virgo, con más de 2.000 galaxias, ejerce un gran tirón gravitatorio sobre nosotros, pero no es el único foco de atracción. En 1986 un grupo de astrónomos propuso una teoría al respecto que formulaba la existencia de una descomunal concentración de materia, una inmensa pared que tiraría de multitud de galaxias, incluida la nuestra. Durante una rueda de prensa celebrada en 1987 en la Sociedad Americana de Física, Alan Dressler, uno de los siete científicos que descubrió esta superestructura -conocidos como los siete samuráis-, se refirió a ella como el "Gran Atractor", mientras gesticulaba ante numerosos periodistas intentando encontrar palabras que describiesen este descomunal conglomerado cósmico de materia.


Una superestructura casi invisible
El Gran Atractor o El Muro, como es conocido por los astrónomos, es una gran concentración de galaxias, una de las más grandes del universo. Se estima que está compuesto por varios miles de galaxias y se encuentra a una distancia de entre 150 y 250 millones de años luz.
El hecho de que los científicos no hubieran reparado antes en su imponente presencia se debe a que se sitúa muy cercano al plano de la Vía Láctea. El gas y el polvo estelar absorben y dispersan la luz, de manera que observar en esa dirección se hace casi imposible. Es la llamada zona de evasión, en la que, históricamente, los astrónomos han evitado realizar sus observaciones debido a la dificultad para obtener datos. "Resulta paradójico que sea nuestra propia galaxia uno de los mayores obstáculos para el estudio detallado de las estructuras a gran escala del universo", explica Carlos M. Gutiérrez, investigador del Instituto de Astrofísica de Canarias, quien asegura que esta absorción es tan intensa que por cada fotón de luz visible que nos llega, varios millones pueden ser bloqueados por ese gas y polvo, por lo que "es como intentar ver a través de una espesa niebla".

Las galaxias visibles en la llamada Zona de evasión, en dirección al Gran Atractor.
Pese a que tira de nosotros, nunca llegaremos a alcanzar al Gran Atractor porque la fuerza de expansión supera a la de la gravedad, es decir, nos alejamos mucho más rápido de lo que su gravedad nos atrae. Pero lo que en realidad preocupa a los astrónomos es la influencia que esta atracción pueda tener en el movimiento de la Vía Láctea y el Grupo Local de Galaxias.

 


Más allá de El Muro
Actualmente, no hay evidencias significativas de que a espaldas del Gran Atractor haya un movimiento similar de atracción hacia el mismo, lo que sugiere que el flujo en el que está inmerso el Grupo Local y que parece caer hacia esta superestructura es sólo una parte de un flujo mayor, causado por un centro de atracción aún más masivo que estaría más allá del Muro.
Siguiendo esta hipótesis, y según un estudio más reciente llamado CIZA (Cúmulos en la Zona de Evasión) basado en la búsqueda con rayos x, la Vía Láctea no estaría siendo atraída sólo por el Gran Atractor, sino por una región mucho más masiva que se encuentra tras él. Algunos científicos señalan que podría tratarse de la concentración de Shapley, una aglomeración de 17 cúmulos de galaxias a unos 490 millones de años luz en esa dirección, la estructura masiva más grande que se conoce (encabeza la lista de los 220 supercúmulos conocidos y se estima que es cuatro veces mayor que el Gran Atractor). No obstante, los astrónomos creen que podría haber algo todavía más masivo detrás de la concentración de Shapley, ya que ni ésta ni el Gran Atractor pueden explicar completamente el movimiento del Grupo Local, por lo que quizá haya que buscar una estructura aún mayor como responsable última de este movimiento.
Se espera que la nueva generación de telescopios, entre ellos el recién inaugurado Gran Telescopio Canarias, el futuro E-ELT (European Extremely Large Telescope), así como otros desde el espacio abran nuevas vías para el estudio de éste y otros enigmas planteados por la cosmología moderna. Pero con o sin ellos, una cosa está clara: y es que el universo siempre acaba sorprendiéndonos.


María Teresa Bermúdez Villaescusa es responsable de Comunicación del Año Internacional de la Astronomía en España AIA-IYA2009

Wednesday, December 2, 2009

Lamparas que funcionan con Residuos Alimenticios

 



El concepto que  presentamos a continuación podría empezar a aplicarse dentro de unos años, aunque mucho me temo que tendrán que pasar muchos para que lo podamos ver en nuestras calles. Se trata de las farolas Gaon, unas que son capaces de funcionar gracias a los residuos alimenticios.



 

me explico, estas farolas producen metano gracias a la descomposición de los restos de basura que se alojan dentro de la misma. Esto hace que se pueda producir la energía suficiente para que las farolas puedan funcionar a pleno rendimiento durante toda la noche. Para ello, lógicamente, todos los ciudadanos tienen que ir depósitando la basura orgánica en las farolas, reservando el resto de basura para los contenedores especializados.

 



 

Este sistema requeriría de mucha implicación ecológica por parte de los ciudadanos, por lo que es muy probable que primero se ponga en funcionamiento en otros países donde cuentan con índices elevados de preocupación por todo aquello que le sucede a nuestro planeta.

 


Los Koalas en peligro de desaparecer

 





El koala, uno de los símbolos de Australia, podría desaparecer en pocas décadas si el Gobierno no toma medidas urgentes para protegerlo. La voz de alarma la ha dado la Fundación del koala australiano (Australian Koala Foundation), que este martes ha hecho público un informe que muestra cómo la población decrece a un ritmo vertiginoso, hasta el punto de que podrían extinguirse en 30 años.
El estudio llega en una semana crucial para el futuro del koala. La Comisión de Especies Amenazadas, dependiente del Ministerio de Medio Ambiente, decidirá este martes durante una reunión en Camberra si este animal pasa a formar parte de la lista de especies protegidas, una medida a la que el ministro de Medio Ambiente, Peter Garrett, se muestra, en principio, reacio.
"El ministro Garrett tiene en sus manos el poder que necesita para declarar al koala especie protegida pero sabemos que no es partidario de tomar esta decisión", afirma Deborah Tabart, directora de la Fundación. La Asociación estará presente en la reunión para intentar lograr una mayor protección para su hábitat. En anteriores convocatorias, el Gobierno se negó a declarar al koala especie protegida alegando que la población había crecido demasiado y podría representar una amenaza para el entorno.

Una especie amenazada

Sin embargo, la imagen de un koala herido al que un bombero rescató del fuego durante los terribles incendios que devastaron Australia el pasado mes de febrero conmovieron al país y a la comunidad internacional.
Como Sam -así fue bautizado-, cientos de koalas fueron rescatados y miles de ejemplares murieron. Y es que los incendios forestales, el cambio climático y el desarrollo urbanístico en los bosques están haciendo estragos en la población de koalas autralianos. Asimismo, los ataques de perros, accidentes de tráfico, y enfermedades como la chlamydia, que afecta a una buena parte de la población de la especie, han contribuido a que la población disminuya.
A pesar de que hasta ahora se estimaba en 100.000 ejemplares la población de koalas salvajes en la principal isla de Australia, el nuevo estudio sostiene que sólo hay entre 43.000 y 80.000. Es decir, la población podría haberse reducido a la mitad en pocos años. Para recopilar estas cifras, la Fundación del Koala ha examinado 80.000 árboles y 1.800 espacios en el campo durante los últimos 20 años.
"Los koalas están desapareciendo de todos los lugares que examinamos. La población en New South Wales ha caído en picado. Incluso en Queensland, que tradicionalmente contaba con un gran número de koalas, hemos comprobado un fuerte descenso de la población debido al desarrollo humano irresponsable. En las áreas del oeste, la disminución se debe claramente al cambio climático", explica Deborah Tabart. "Si siguen cortando árboles nos quedaremos sin koalas", advierte.

fuente

Plasticos Ecologicos


Un equipo de científicos de la Universidad de KAIST, en Seúl, ha logrado producir un plástico ecológico (polímeros) a través de la bioingeniería, lo que les ha permitido prescindir de los combustibles fósiles. Estos polímeros son macrocélulas orgánicas que se fabrican a partir de los plásticos de uso común, como bolsas de un supermercado o botellas de agua.



La investigación, que ha sido publicada por la revista Biotechnology and Bioengineering, se ha centrado en el Ácido Poliláctico o PLA. Este no es más que un polímero formado por moléculas de ácido láctico que se degrada con relativa facilidad en contacto con el agua y el óxido de carbono.
Según el profesor Sang Yup Lee, tenían que buscar una forma de crear polímeros a base de biomasa renovable, pues tirar de combustibles fósiles producidos en una refinería a través de procesos químicos origina un gran problema para el medio ambiente.
El PLA es biodegradable y poco tóxico, lo que lo convierte en una buena alternativa frente a los plásticos producidos a base de petróleo. Veremos si en un futuro no muy lejano se empieza a utilizar con asiduidad, pues nuestro planeta lo está pidiendo a gritos.

Tuesday, December 1, 2009

The Solar Impulse

Este ambicioso proyecto intentará emular a Charles Lindberg, volando alrededor del globo pilotado por una sola persona, pero solo utilizando energía solar para generar movimiento
El prototipo del Solar Impulse ha sido iniciado por dos suizos, que planean dar la vuelta alrededor del globo en el año 201. Hoy, el equipo de desarrollo está formado por 50 ingenieros de seis países, que trabajan a destajo en las dos sedes del proyecto, en Lausanne (Suiza) y Dubendorf (Alemania)
El avión está contruido completamente en fibra de carbono de extrema resistencia, cubierto con una delgada capa de sensores fotovoltaicos, para capturar la luz solar. De 85 metros de envergadura (distancia desde la punta de un ala hasta la punta de la otra), pesa tan solo 1,5 toneladas.
Al estar cubiertoen gran parte de su superficie por captores de energía solar, será capaz de generar durante el día la energía necesaria para hacer funcionar las 4 hélices que lo impulsan, y a la vez almacenar la energía necesaria para el vuelo nocturno.
El proyecto es muy ambicioso y marcará un hito en la historia de la aviación: aunque hay en la actualidad modelos de aviones solares con bastante autonomía, estos son pilotados por control, como el Zephyr, y orientados hacia un uso militar.


The Solar Impulse, en cambio, intentará dar la vuelta al mundo en como Charles Lindberg lo hiciera en el año 1927. y será pilotado por un humano. Humano que deberá tener bastante paciencia ya que el prototipo tendrá una velocidad máxima de unos 62 kilómetros por hora, con lo cual completar la misión le llevará unas 4 semanas.
El proyecto tendrá un costo total de casi 73 millones de euros, y comenzará con los vuelos de prueba a mediados de 2008.

Energia Osmotica

 



La energía osmótica todavía está muy verde en nuestro planeta. Sin embargo, cada día son más las empresas y los proyectos que apuestan por este tipo de energía alternativa aún por explotar. Para los que no sepáis que es la energía osmótica, os podemos comentar que se forma gracias al choque entre el agua dulce y el agua salada del mar separadas por una membrana semipermeable. La concentración de sal de ambos tipos de agua y un proceso de electrodiálisis, hacen posible que se produzca electricidad.



Noruega es uno de los países que más interés está mostrando en ella. De hecho, en un fiordo situado a unos 60 kilómetros de la capital (Oslo), la empresa Statkraft está construyendo una planta piloto sin precedentes. Ésta será capaz de abastecer a 10.000 hogares y tendrá un coste de 13 millones de euros. Además, se han invertido nada más y nada menos que 10 años de investigación y desarrollo.
Si la cosa tira adelante con éxito, Noruega tiene planeado construir en 2015 una gran planta comercial capaz de saciar un 10% de la energía demandada en el país.

transformar Desiertos en Bosques



Intentar convertir los desiertos en grandes bosques es una posible solución para el calentamiento global según han asegurado un equipo de biólogos y climatólogos. La idea consistiría en plantar todo tipo de árboles de crecimiento rápido que se adapten fácilmente al medio, como eucaliptos, para cubrir por completo el desierto del Sáhara o cualquier otro. Estas zonas boscosas podrían estar regadas por agua de mar, tratada en diversas plantas desalinizadoras y posteriormente canalizada hacia los bosques por complejos sistemas de regadío.
Los árboles fomentarían las lluvias, reduciendo las intensas temperaturas, y al mismo tiempo absorbería dióxido de carbono de la atmósfera. Los cálculos estima que estos desiertos arbolados podrían retirar aproximadamente 8.000 millones de toneladas de carbono al año, la misma cantidad de contaminación que se emite por los combustibles fósiles y la deforestación.
El coste del proyecto sería de unos 1,35 millones de euros al año, cantidad que merecería la pena gastar si realmente es una solución para mejorar el mundo. La única critica posible a la idea es que el ecosistema del desierto quedaría prácticamente destruido al modificar su entorno natural.