Tras 10 años de investigaciones, arqueólogos del Instituto Nacional de Antropología e Historia registraron nuevos hallazgos, información y estructuras de la llamada “Serie Inicial” de esta zona maya, que comprende un castillo principal de gobernantes del más alto linaje maya y estructuras de la llamada Chichén Itzá vieja, que aún no está en exhibición turística.
El mismo edificio también fue centro ceremonial para ofrendas a los dioses en donde se hacían sacrificios humanos; fue ahí en donde se encontró “La Piedra Fundacional” que tiene mil 130 años de antigüedad, porque en ella está escrito el día, mes y año exactos de la fundación de esa “Serie Inicial” que pocos han visto y fotografiado.
Las estructuras mayas están compuestas por varios cuartos internos, algunas escalinatas, columnas labradas y “chacmoles” que revelan información acerca de los ritos y cómo los mayas adoraban a sus dioses.
El responsable del proyecto denominado “Serie Inicial” que desde hace 10 años trabaja el INAH, el arqueólogo José Osorio León, manifestó que el nuevo edificio fue construido sobre otro y la información obtenida en las investigaciones revela que en sus primeros años sirvió como casa-habitación para un alto dignatario de los mayas y posteriormente lo transformaron en un centro ceremonial, en donde se realizaban sacrificios humanos en tributo a los dioses.
En ellos se les extraía el corazón como una forma de honrarlos y pedirles su ayuda para tener buenas cosechas y salud.
Las estructuras de la “Serie Inicial” son más antiguas que la pirámide de Kukulcán, una de las siete maravillas del mundo moderno.
En la “Piedra Fundacional” se encuentra labrada la fecha del 8 de julio del año 878, por lo que los arqueólogos estiman que fue cuando en realidad se establecieron los primeros mayas en Chichén Itzá.
Todo el conjunto perteneció a un linaje gobernante del sitio, según estimaron los investigadores del INAH que reiteraron que pocos han visto el lugar que se encuentra a unos cuatro kilómetros de distancia del Observatorio maya y de la pirámide principal de Chichén Itzá, que está abierta al público y en donde se presencia el fenómeno del equinoccio todos los años.
El lugar fue limpiado y las estructuras mayas han sido reestauradas en parte. Sin embargo, la directora del INAH en Yucatán, Federica Sodi Miranda, precisó que la zona seguirá sujeta a investigación sobre las columnas labradas y los “chacmoles”.
Es un área relativamente conservada de lo que es la iconografía de una familia noble de los mayas, expuso.
Por su parte, el arqueólogo Osorio León precisó que de esta forma la “Serie Inicial” o Chichén Itzá vieja aportará mayores datos y elementos sobre lo que fue la cultura maya en Yucatán.
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